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Mostrando entradas de noviembre, 2013

Divagues.

Ella me habló  y    al hablarme nacieron bellas y olorosas rosas    de su Corazón. Caminó   oculta tras un velo de pudor Respiró   y sus ojos brillaron con desesperación Pensó   que tal vez todo era un sueño Se asustó   no quería abrir los ojos Murió Sigo escribiendo no me es necesaria la ventana... Sigo siendo no me es necesario que lo vean... Sigo sintiendo no me es necesario que lo sepan... Aquí, en el silencio, todo sabe mejor. Así, libre como el viento, sin ningún eco que me cubra la voz. Me voy a esconder, entre luces de colores, tal vez me logres ver. No fui un eco. Fui una Voz. No fui esencia. Fui Presencia. Fui un Corazón. Hablar de amor no se debe   Callar es lo mejor      Entre oídos que no oyen        Y ojos que ven lo que no No necesito de la tinta con mi sangre es suficiente. No necesito de la pluma con mis manos puedo saber lo que se siente. Tengo mucho ruido en la cabeza y en ninguno est

Pasado

Tal vez esté, esté muy lejos de Mí. Tal vez escuché, escuché lo que no debí oír. Tal vez vi, vi lo que no debí mirar. Tal vez entre en un mundo al que no debí entrar. Esa llama ardiente en Azul majestuoso,  llora en diminutas chispas de luz la desdicha. No supo cómo manejar la lluvia que dentro de su Corazón emergía. Dejó, y dejó que, poco a poco, el agua que le conforma apagará lo que en su pecho ardía. Y es que Soy agua que ahoga y fuego que quema. Soy Luz que ciega y oscuridad que atormenta. Hoy mi Azul está triste, mi Corazón se ahoga. Y sé que no Soy yo el que llora sino lo que creo que es lo que soy. Y escribía, escribía ardiendo en deseos. Y reía, reía dibujando anhelos. Y cantaba, cantaba al rozar cielos que en el día me abrazaban con sutiles vuelos, y en las noches me cantaban lullabies  que me mantenían cuerdo.  ¿Dónde ha quedado todo eso? ¿Acaso fui Yo quien provocó que muriera? ¡Acaso fui tan ruin

Será...

En su locura las distancias son de hierro No hay manera de cruzar lo que está lejos En su cordura los sentimientos son de risa Siempre encuentran la manera de hacerle trizas En su desvelo el cansancio sabe a bruma Pues todo lo que no duerme lo acostumbra Saldrá de los sueños, vivirá su ilusión Será lo que ha sido siempre, una pluma ...Un Adiós... Esu Emmanuel G.

Descansar... Para siempre.

Me estaba leyendo... Y me reconocí en cada una de las letras... No he cambiado... Sigo siendo el mismo loco de ayer... Ese ser ingenuo que, ante la tristeza de los demás, siente que ha de hacer algo para ayudar. Sin embargo, todo le sale mal. Sus intentos de ayudar se transforman en burdos deseos que, al final, dañan más. Ya no quiero dañar... Nací para estar envuelto en el papel... Nací para no salir de él... Nací sólo para ser leído y no alcanzado... Nací para ser sólo una ilusión que jamás se habrá de cumplir. Les daré la paz que tanto han necesitado, me alejaré, desapareceré... No volveré... Me quedaré aquí, en las blancas hojas, en el dulce encanto del silencio que da la lectura. Ahí, aquí, estaré. No me es necesaria la bruma, ni el desencanto. No me es justo el siquiera llorar por algo que no tiene caso. La irrealidad me está matando... No la quiero más. Voy a descansar... Para siempre. Esu Emmanuel G.