Creo que me cansé de escribir, de escuchar que no se logra mucho haciéndolo y de leer a otros lograr ese poco con facilidad. Me cansé de hablar, de darle una razón tonta a mis palabras, de dar a conocer mi irrelevante opinión a las masas y de sentirme mal por no obtener la atención que creo merezco. Me cansé de buscar afuera lo que ni dentro tengo. Ver tantas realidades peleadas con las mías me terminó de matar las pocas ganas que tuve de sobresalir. No tengo ni quiero el éxito, sólo pretendí no estar sola, quitarme esa idea de insolación que tengo, pero se agudizó más con todo lo que encontré en el camino. Hoy sólo quiero callar frente a mis hojas... No tengo nada qué hacer fuera de ellas. Quizás vuelva. Quizás no. En el entretanto, callaré.
Aquí es dónde yace el pensamiento de lo creado o, simplemente, imaginado.
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