Y ahí estabas tú, mágico, bello, divino, energía pura, ímpetu... sombra, luz, color y ausencia. Tú... anticipación... explosión de estrellas, radiante calor, que no quema, volando a través del Universo, viajando por galaxias y planetas, haciéndote presente en el cielo pintado de plateados cometas. Tú... antelación... Sueño nocturno, sueño diurno, sueño en el alba; Alto, lejano, invisible a mi tacto. Dorado, plateado, rosado, entintado en infinita gama, a veces conocido, a veces ignorado, a veces indolente y otras deseado. Sin nombre, sin voz, sin ruido, sin dolor, sin ira, sin miedo; fluyendo como el agua atrevida, dentro un caudal de vida, esperando, anticipado, la materia, moldeando tus sueños en ella, tal vez rubio, tal vez moreno, de piel suave o áspera, con labios de beso, en espera a ser tocados, humedecidos, mordidos, adorados, por la misma energía, que de la fuente Universal brota... que se separa y de repent
Aquí es dónde yace el pensamiento de lo creado o, simplemente, imaginado.