Era de mañana. El sol ya tenía tiempo de estar afuera. Parecían las diez de la mañana, tal vez más tarde. Estaba vestida para salir con la familia. Mi hermana, sus dos niños y mi madre. Teníamos hambre, mucha. Los niños estaban inquietos por eso, fue así que decidimos visitar un restaurante que tiene fama de ofrecer un buen buffet. Al llegar al lugar, nos encontramos con que estaba lleno, parecía haber fiesta. Había ruido y mucha gente, pero si había mesas disponibles; redondas, con manteles blancos, con los cubiertos y platos puestos. Se veía limpio y acogedor. Nos emocionamos. Esperamos a que nos atendiera el mesero, pero no llegaba. En ese lapso de tiempo, me dispuse a observar lo que me rodeaba; con los ojos merodeaba los alrededores, observaba a la gente. En un espacio donde se encontraba el bar había una banda de payasos tocando jazz. Se les veía alegres, joviales y dispuestos a divertir; la gente que estaba dentro de ese lugar si se divertía, pero quienes e...
Aquí es dónde yace el pensamiento de lo creado o, simplemente, imaginado.