Esta por caer la noche en Ciudad Nevada. El sol ha comenzado a ocultarse, dando la oportunidad a las brillantes estrellas de hacer su aparición en compañía de la plateada luna. Ya han pasado varios días de trabajo en la iglesia para Octavio y sus amigos; le han puesto tanto empeño al canto que han llamado la atención de los feligreses, quienes en su mayoría son mujeres que abarrotan las filas del templo cada que saben de la presencia de los jóvenes músicos. Octavio y sus amigos yacen afinando sus guitarras así como su voces, entretanto mujeres de todas las edades, vestidas de negro y blanco, se acomodan en sus respectivos lugares para apreciar la ceremonia que esta por empezar. Octavio no puede evitar sorprenderse al ver a todas aquellas féminas colmadas de una devoción difícil de entender; algunas parecen estar sumidas en pensamientos preocupantes, mientras otras sólo miran a su rededor como si f...
Aquí es dónde yace el pensamiento de lo creado o, simplemente, imaginado.