Ella me habló y al hablarme nacieron bellas y olorosas rosas de su Corazón. Caminó oculta tras un velo de pudor Respiró y sus ojos brillaron con desesperación Pensó que tal vez todo era un sueño Se asustó no quería abrir los ojos Murió Sigo escribiendo no me es necesaria la ventana... Sigo siendo no me es necesario que lo vean... Sigo sintiendo no me es necesario que lo sepan... Aquí, en el silencio, todo sabe mejor. Así, libre como el viento, sin ningún eco que me cubra la voz. Me voy a esconder, entre luces de colores, tal vez me logres ver. No fui un eco. Fui una Voz. No fui esencia. Fui Presencia. Fui un Corazón. Hablar de amor no se debe Callar es lo mejor Entre oídos que no oyen Y ojos que ven lo que no No necesito de la tinta con mi sangre es suficiente. No necesito de la pluma con mis manos...
Aquí es dónde yace el pensamiento de lo creado o, simplemente, imaginado.