Ir al contenido principal

Si me conociste...

He leído tus cartas, las he repasado una y otra vez.  Todas las lecturas me han llevado a lo mismo: "Si me conociste, ¿por qué juzgarme tan mal?"

Es una pregunta que no me alcanzo a responder, y no porque no pueda hacerlo sino por que no te tengo aquí. No soy, ni fui, dueño de tu mente.  Jamás lo fui.  Lo que vivimos fue un arranque de lujuria tan profundo que aún no lo puedo olvidar.  

Lo acepto, Vida Mía.  Lo acepto... Estas manos te extrañan, estos ojos te lloran, esta boca ruega por el elixir de tu piel.  Vago sediento por las veredas de otra vida que no me alcanza a complacer.  Pero, no puedo volver contigo, no puedo, me lo tengo prohibido.  Entrar a tu mundo es enloquecer.  Me haces sentir tanto que me hierve la piel.  Del corazón ni hablar, no sabe cómo responder a tu presencia, a tu cercanía, a tu capricho, a tu cadena.  

Si por mi fuera, desaparecería tu recuerdo de mí... Sin embargo, me es imposible.  

Te recuerdo tanto, te siento tanto aún.  

Si te amé o no, no importa.  Es algo que jamás importó.  Si estaba contigo era porque me hacías hervir cada que te sentía en mí, pero me castrabas, me atabas a tu mundo de una manera tan atrayente y asfixiante que, si no hubiese salido de ahí, la certeza de mi muerte se hubiese cumplido. 

Intuyo lo que piensas de mí, casi puedo escuchar tus palabras de resentimiento en mis oídos... Las siento en mi corazón, en mi pecho, en este hueco que dejaste al partir. 

No quiero regresar, sin embargo mi mente te busca... 

Hoy me atreví a leer tus cartas una vez más... Y enloquecí al recordarte en mis manos, en mi lecho... Me perdí en la demencia que me dio la memoria de tus besos, de tus piernas, de tu vagina comiéndome la razón.  
Me comías, me tragabas, me absorbías de tal manera que me vaciabas cada que te poseía.  Y, no obstante, volvería a penetrarte, una y mil veces, lo haría.  

Fuiste la dueña de mi falo... Y de mi creatividad, la muerte. 

No sé si podré escapar de ti... Aún no lo hago... Aún te recuerdo, aún te quiero sentir.

...

Esu Emmanuel G. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

Contenta.

Contenta. Estás contenta Tus labios se curvan Tus mejillas se sonrojan Y tu respiración se agolpa en la tibia cavidad donde tu corazón reposa. Contenta Abrazas al viento y tus muslos se asoman bajo las faldas que bailan al compás de las sombras Contenta Tan contenta que el aire te besa y las nubes te toman para elevarte entre sueños que, entre juegos, nos nombran Contenta Tan contenta que tu boca y la mía — en un beso de ensueño — miles de besos se roban.   Esu Emmanuel ©

La Cima de la Frustración.

Creo que me cansé de escribir, de escuchar que no se logra mucho haciéndolo y de leer a otros lograr ese poco con facilidad. Me cansé de hablar, de darle una razón tonta a mis palabras, de dar a conocer mi irrelevante opinión a las masas y de sentirme mal por no obtener la atención que creo merezco. Me cansé de buscar afuera lo que ni dentro tengo.  Ver tantas realidades peleadas con las mías me terminó de matar las pocas ganas que tuve de sobresalir. No tengo ni quiero el éxito, sólo pretendí no estar sola, quitarme esa idea de insolación que tengo, pero se agudizó más con todo lo que encontré en el camino.  Hoy sólo quiero callar frente a mis hojas... No tengo nada qué hacer fuera de ellas.  Quizás vuelva. Quizás no. En el entretanto, callaré.

Hambre.

Quiero comerte, ligera saciarme de tus formas, completa estremecerte con mis manos, serena lamerte con mis yemas, tan tersa suprimirme en tus orificios, húmeda saberme extinto en tu Todo, Nada ser un abismo de luz, oscura ser tu torrente de agua, clara y en el éxtasis de nuestros flujos, caliente seas en un grito,  libre. @esuegastellum